Si el color Verde fuera un sabor, probaría como esta salsa color de peridoto que brilla como una joya hermosa. Jamás olvidarás lo que sentiste la primera vez cuando sus sabores simultáneamente llenaron tu boca con una sabrosidad fresca, un poco agridulce, y picante. Quizás la probaste en una sopa de albóndigas en una noche fría del invierno, o en un burrito de carnitas de carne de puerco, pero realmente no importa, porque esta salsa no tan solamente tocará tu paladar, pero tu misma alma—tu alma mexicana, que es la posesión de todos que les encanta la comida mexicana no importa dónde vivan en el mundo. Es un alma que abraza la felicidad y el dolor con el mismo ardor. Que le gusta la música alegre pero con las letras tristes.
La Salsa el Color de Una Joya
(Salsa verde de Tomatillo)
(Haz clic aquí para ver la versión imprimible de esta receta)
La salsa de tomatillo es una parte integral de la comida mexicana. Ponla en los tacos, los burritos, en caldos, en el guacamole, sobre tus huevos fritos y los frijoles. Se puede poner con casi todo.
Es muy fácil preparar la salsa verde de tomatillo. Puedes hacer poquito o mucho de salsa puesto que no es preciso tener medidas exactas. Simplemente sigue estas instrucciones.
Lo que necesitas:
Una olla pequeña, mediana o grande, dependiendo de cuánto vas a preparar.
Un cuchillo para picar
Una licuadora eléctrica; o, un molcajete; o, una licuadora manual
Ingredientes:
Tomatillos sin las cáscaras, cada una cortada en dos—Aproximadamente 5 o 6 tomatillos para un poco de salsa; 7 a 10 para un tamaño mediano; 11 o más para mucha salsa
Dientes de ajo frescos—1 o 2 para un poquito de salsa; 2 a 4 para un tamaño mediano; 4 o más para mucha salsa
1 a 4 chiles serranos frescos, bien picaditos
Cebolla verde picada a tu gusto
Cilantro fresco picado a tu gusto
Pon los tomatillos y el ajo en una olla. Ahora ponle un poco de agua, pero solamente a la mitad de los tomatillos (véase las fotos abajo). Ponlos a hervir y baja la lumbre a un fuego manso con la tapadera puesta. Cocínalos hasta que los tomatillos estén bien blanditos. No tires el agua. Ahora ponlos en la licuadora, o en el molcajete, o usa la licuadora manual para hacerlos puré. Échale los chiles serranos picados para que la salsa esté picante pero a tu gusto. Ponle la sal. Pon la salsa en un tazón. Deja que se enfríe un poquito y ponlo en el refrigerador hasta que esté frio. Luego ponle la cebolla verde y el cilantro.Pon el resto de los chiles serranos en un platito para que aquellos que quieren puedan ponerle más a su salsa. Disfruta de la sabrosidad.
Para variar. Ponle pedazos de aguacate a la salsa. O, ponle la salsa al aguacate. De todos modos tu paladar te dará las gracias.
No comments:
Post a Comment